Carta de una adolescente en Uganda

10 de julio de 2020

Algunas de las niñas adolescentes de Mupenzi durante un taller de cámaras de usar y tirar. / Distrito de Jinja, Uganda.

Foto: Mupenzi

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AUTOR/A

Joan tiene 18 años y ha vivido gran parte de su vida en Mupenzi, acompañada de su “auntie” y sus hermanos/as. En la carta de hoy nos cuenta su visión sobre la adolescencia.

Siempre hay una historia fuerte detrás de nuestros años de experiencia adolescente. Todos tenemos una historia que contar, ya sea negativa o positiva, exitosa o desordenada. Será una historia de adolescentes porque todos han sido adolescentes.

En realidad, nunca te sentirás tan alto como cuando eras adolescente. Los años de la adolescencia son normalmente años críticos; de los trece a los diecinueve es cuando se cometen la mayoría de los errores. Digamos que son años de oscuridad en los que tienes una visión limitada, especialmente para decisiones sabias y si no tienes un tutor razonable como mi “TÍA” para mostrarte la luz, entonces puedes cometer errores que te perseguirán el resto de su vida.

Supongamos que África, especialmente en Uganda, la mayoría de las adolescentes tienen hijos a una edad temprana, abandonan la escuela y algunas se vuelven adictas a las drogas, solo porque las drogas no son tan dominantes en África. Creo que todo esto sucede no porque quieran, sino porque casi todos los adolescentes son cortos de miras y el mundo les queda grande. Siempre ven las cosas de revés y lo quieren todo cerca. No es hasta que dejan esta etapa que se dan cuenta de que estaban equivocados. Dígale a un adolescente que vaya a cierta fiesta en cierta casa y ganará un Doctorado por ser un mal padre. En realidad, incluso cuando tienen una sensación negativa sobre algo que desearían hacer, cierran rotundamente esos sentimientos y luego presionan un botón totalmente equivocado.

Los adolescentes son muy divertidos porque sienten que están en problemas y deciden ignorar su voz interior. Estos años de adolescencia proporcionan una gran historia que contar y te preguntas si eras tan rebelde, malhumorado, hiperactivo y curioso. En estos años, el mundo es una tierra de juegos, una tienda de juguetes y tú eres seguro y bullicioso. El futuro se ve tan perfecto que lo quieres hoy y ahora. Todos los problemas parecen ser inexistentes.

Tan pronto como cumplas 19 o 20 años, la vida se vuelve un poco loca, comienzas a sentir una luz roja y llegas a ver que la vida no es una isla hermosa llena de golosinas.

Joan

 

There is always a strong story behind everyone’s teenage experience. Everyone has a story to tell whether negative or positive, successful or a messed up one. For as long as it is a teenage story because everyone has ever been a teenager.

Actually, you will never feel as tall as you felt when you were a teen. Teenage years are normally critical years from thirteen to nineteen where most mistakes are done. Let’s call them years of darkness where you have limited sight especially to wise decisions and if you have no reasonable guardian like my “AUNT” to show you light, then you might blunder for the rest of your life.

Let’s take an assumption of Africa, specifically in Uganda, most of the teenagers who are girls produce at an early age, drop out from school and a few become drug addicts, just because drugs are not so dominant in Africa. I think all this happens not because they want, but because almost all teens are short sighted and this cuts across. They always see things upside down and near at times. It is not until they leave this stage that they realize they were wrong. Tell a teen to fore go a certain house party and win a PHD in being a bad parent. Actually, even when they get a negative thought about something they would want to do, they adamantly shut these thoughts down and then press a totally wrong button.

Teenagers are really funny in that you sense you are in trouble and you still decide to ignore your inner voice. These teenage years give a big story to tell because you always wonder you were so unruly, moody, hyper and curious. In these years, the world is a play land, a toy store and you are confident and boisterous. The future looks so beautiful in that you want it today and now. All problems seem to be uprootable.

As soon as you turn 19 or 20, life becomes a little bit cranny, you start sensing a red light and get to know that life is not one beautiful island full of goodies.

Joan

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