África rompe con las pesimistas previsiones en su lucha contra la Covid-19

50 intelectuales africanos firmaron conjuntamente un llamamiento a la movilización en el continente para derrotar la COVID-19

26 de mayo de 2020

Alumnos de primaria recogen agua -esencial para mantener una buene higiene- en el pozo escolar. / Distrito de Luuka, Uganda.

Foto: Txell Prats

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Quico Germain es el presidente y fundador de Petits Detalls. En Uganda coordina los tres proyectos de la ONG junto con las contrapartes locales.

El 13 de enero de 2020 la pandemia mundial del coronavirus empezaba a dar sus primeros pasos a escala internacional. El 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaraba pandemia.

Por aquel entonces, las previsiones para el continente africano eran devastadoras. Muchos periodistas y organizaciones, entre las que nos incluimos, escribieron artículos hablando de sistemas de salud precarios que no podrían, bajo ningún pretexto, contener el virus. La OMS fue un paso más allá y predijo en abril que se llegaría a los 10 millones de casos positivos en toda África. En aquel momento, sólo había 20.000 entre los 54 países del continente.

Sirva este artículo, no para lanzar cohetes por la situación actual, sino para aceptar una realidad innegable: las previsiones apocalípticas que acechaban al continente africano no se están cumpliendo a día de hoy. Quizá es momento para que organizaciones y otros individuos que escribimos sobre África nos retractemos de nuestras palabras y aceptemos que se ha realizado un buen trabajo por parte de gobiernos, que tomaron medidas preventivas mucho antes de que el virus se extendiera por sus territorios. Aprovechemos este momento para sacudir los restos de paternalismo con los que siempre miramos a África y aprendamos la lección para futuras ocasiones.

Siguiendo esta línea, 50 intelectuales africanos firmaron conjuntamente un llamamiento a la movilización de la inteligencia, los recursos y la creatividad africana para derrotar la pandemia de la COVID-19. En él, recordaban que, el suyo, es el continente menos afectado por la enfermedad y rechazaban las profecías que llegaban de occidente, que calificaban de injustificadas y, decían, podían afectar la economía de manera negativa. Todos ellos abogan por una respuesta africana unitaria y por acabar con la dependencia que África tiene con el exterior.

¿A qué se debe esta situación? Como la gran mayoría de incógnitas relacionadas con este virus, la respuesta es incierta. Las medidas tomadas con antelación, la experiencia previa con otras pandemias y la juventud de la población seguro que son factores que han influenciado.

Ahora bien, que el virus no se haya extendido todavía no significa que no haya riesgo. El sistema sanitario ugandés, así como el de muchos países africanos, es precario e insuficiente. A día de hoy, los casos siguen creciendo en el continente y el número de test hechos a la población es muy pequeño. Sin ir más lejos, en Uganda se han hecho, proporcionalmente, 30 veces menos test a la población que en España.

Sin apelar al alarmismo general, queremos romper una lanza públicamente por la gestión del coronavirus y un llamamiento general para empezar a mirar a África no como un continente desolado sino como uno que sabe afrontar sus propios desafíos.

 

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