Omukisa
Annet, la coordinadora para este proyecto, hace más de dos años que brinda ayuda a estos niños con las necesidades más básicas. Ahora, la iniciativa se profesionaliza con un centro de acog y suma nuevos colaboradores.
Líneas de acción
Los 25 chicos que actualmente ocupan el centro tienen entre 9 y 17 años y habían vivido durante mucho tiempo en las calles de Iganga, ciudad al este de Uganda, aunque algunos de ellos llegaron allí desde distritos de alrededor de todo el país.
Las actividades implementadas en el centro son posibles gracias a nuestros socios AmigoSolidarios.
Durante el tiempo que los menores forman parte del proyecto, se les garantiza a todos ellos la cobertura de necesidades básicas. Con tal de garantizar su desarrollo físico todos los menores del centro reciben tres comidas al día: desayuno, comida y cena. La comida se prepara en la cocina del centro y consiste en una dieta variada y adaptada a las necesidades médicas de cada uno de los menores. También disponen de un dormitorio además de espacios para el ocio, el aprendizaje y la desconexión.
El acceso a la educación es uno de los derechos que los menores que viven en las calles ven más fácilmente vulnerados y, sin embargo, es una de las herramientas más importantes que tenemos las personas para poder desarrollarnos y tener mejores oportunidades de futuro. En Omukisa se organizan clases adaptadas a todos los niveles para que los menores puedan volver a estudiar, aunque aquellos que estan preparados tienen la oportunidad de matricularse en centros públicos.
En Omukisa queremos que los deportes sirvan para mejorar las capacidades mentales y físicas de cada uno de los menores y fortalezcan los vínculos entre ellos además de disfrutar de un espacio de ocio conjunto. El deporte forma parte de la vida diária del centro y gracias a AmigoSolidarios también se organizan talleres dirigidos de fútbol.
La sensibilización tiene un papel fundamental en nuestros proyectos. En Omukisa se van a organizar charlar de sensibilización por el equipo de PECA y otros miembros invitados para trabajar con los menores tópicos tan importantes como los Derechos Humanos, la educación sexual, la higiene personal, la seguridad, etc.
Vivir en la calle tiene un inmenso impacto psicológico en los menores. Todos ellos cargan con eventos traumáticos y es por eso que Omukisa va a implementar actividades para su desarrollo psicosocial: actividades para darles nuevas herramientas para la gestión de las emociones, mejorar su convivencia, ayudarlos a aprender a tejer relaciones personales y reducir el uso de la violencia física y la creación de un espacio de asesoramiento personal.
Para los 9 niños de 13 a 17 años, Omukisa también ofrece un programa de formación profesional para que puedan adquirir habilidades técnico-productivas y, una vez tengan la edad legal para trabajar, puedan crear sus propios negocios y tengan más y mejores oportunidades de futuro.
Actualmente, los menores disponen de algunos juegos de mesa y una pequeña pantalla de televisión para poder disfrutar de ella unas horas al día. En 2022 también se van a organizar actividades artísticas, como la pintura o la danza o salidas del centro, para ayudar a los chicos a desarrollar otras habilidades y ofrecerles un espacio de desconexión.
Gracias a los premios de solidaridad TELVA 2022, Omukisa también va a organizar un taller de fabricación de zapatos y bolsos en el mismo centro para contribuir a la reinserción social de los menores. Estos talleres es realizarán durante la semana y darán oportunidades a otros niños y niñas que no viven en el centro de acogida pero que también viven o están conectados con la calle.
